Hornos de alta temperatura están diseñados para aplicaciones que requieren temperaturas elevadas superiores a 250 ° C, con algunos modelos que alcanzan hasta 500 ° C o más. Comúnmente utilizado en pruebas de materiales, cerámica, tratamiento de metales e investigación industrial. Estos hornos aseguran un excelente aislamiento térmico, tiempo de calentamiento rápido y durabilidad a largo plazo en condiciones extremas.