Electrodos de conductividad se utilizan para medir la capacidad de una solución para realizar la corriente eléctrica, lo que indica la resistencia o la pureza iónica. Ideal para el análisis de la calidad del agua, el procesamiento de productos químicos y el monitoreo industrial, estos electrodos están disponibles en configuraciones de dos células o cuatro celdas, lo que respalda un amplio rango de conductividad desde agua ultrapura hasta soluciones salinas.