Hornos de alta temperatura se construyen para procesos térmicos exigentes que exceden los 1200 ° C, como la sinterización de cerámica, la fusión de metales y el desarrollo avanzado de materiales. Estos hornos ofrecen un aislamiento robusto, un control de temperatura preciso y una larga vida útil, lo que los hace ideales para la investigación científica, la metalurgia y la fabricación de alta tecnología.